Removedor de callos en gel

Los callos en los pies son áreas de piel engrosada, áspera y dura que se forman como una respuesta de protección del cuerpo a la fricción y la presión repetidas. Las causas comunes incluyen el uso de zapatos que no ajustan bien, ya sea porque son demasiado apretados, holgados o tienen costuras incómodas, y caminar sin calcetines. Para prevenirlos, es fundamental usar calzado adecuado y, para tratarlos, se recomienda ablandar la piel y reducir la fricción, aunque en casos de dolor persistente se debe consultar a un podólogo. 

Causas principales

Calzado inadecuado: Zapatos apretados, de tacón alto o muy holgados, así como calcetines que no ajustan bien, pueden causar fricción. 

Fricción repetitiva: Actividades que implican presión repetida en los pies, como caminar, estar de pie durante mucho tiempo o incluso ciertas posturas al caminar. 

Anomalías estructurales: Problemas como los juanetes pueden causar callos debido al roce del zapato con el hueso sobresaliente. 

Cómo tratarlos y prevenirlos

Usa calzado adecuado: 

Evita zapatos demasiado ajustados, holgados, de punta estrecha o con costuras internas que causen fricción. 

Usa calcetines y evita caminar sin calzado o calcetines. 

Reduce la presión:

Utiliza almohadillas o plantillas para proteger las áreas afectadas y reducir el roce. 

Limita el tiempo que pasas de pie. 

Suaviza la piel:

Remoja los pies en agua tibia con sales de Epsom para suavizar la piel endurecida. 

Usa una piedra pómez o una lima para el pie para exfoliar suavemente el área engrosada después del remojo. 

Consulta a un profesional:

Si los callos son dolorosos, o si tienes diabetes u otras condiciones que afecten tus pies, consulta a un podólogo. 

Un especialista puede eliminar el callo de forma segura y realizar un estudio biomecánico para corregir problemas de pisada.